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Manifiesto sobre la anafilaxia

La anafilaxia, una urgencia silenciosa: 10 medidas clave para proteger a quienes la sufren.

La anafilaxia es una reacción alérgica grave de inicio súbito y evolución rápida que puede comprometer la vida si no se trata de forma inmediata. A pesar de su gravedad sigue siendo una condición infradiagnosticada e infratratada, lo que contribuye a una importante infraestimación de su prevalencia. Esta situación se ve agravada por el impacto emocional, social y psicológico que genera, especialmente en los niños y sus familias.
Si bien la anafilaxia se presenta en forma de episodios agudos que pueden conllevar riesgo vital, debe de considerarse una enfermedad crónica: incluso en ausencia de síntomas, la persona afectada sigue expuesta de forma constante al riesgo de sufrir nuevas crisis. Las guías clínicas nacionales e internacionales recomiendan que toda persona con antecedentes de anafilaxia disponga de un autoinyector de adrenalina (AIA) que permita una administración rápida y sencilla en caso de una nueva reacción. Además, se están desarrollando nuevos dispositivos de autoadministración, como el dispositivo de administración intranasal, recientemente aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Con el objetivo de promover el uso adecuado de los AIA y sensibilizar a la población y a los profesionales sanitarios sobre su importancia, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) han consensuado una serie de propuestas clave recogidas en este manifiesto.

 

1. Reconocer la anafilaxia como un problema de salud pública

Es esencial visibilizar la anafilaxia como un problema de salud pública que requiere una respuesta coordinada entre los ámbitos sanitario, educativo, científico, institucional y comunitario. Para ello, se deben implementar campañas informativas que fomenten su conocimiento, detección precoz y enfaticen las pautas de actuación ante una emergencia. Además, los pacientes que hayan sufrido un episodio de anafilaxia deben de ser estudiados de forma preferente en los servicios de Alergología o en las unidades de Alergología Pediátrica.

2. Incluir la anafilaxia en las estrategias de salud pública

Es imprescindible que las autoridades sanitarias incorporen la anafilaxia en los planes de salud pública e impulsen la investigación en áreas como los mecanismos desencadenantes, los factores de riesgo y las nuevas opciones terapéuticas.

3. Priorizar del uso del autoinyector de adrenalina y de los nuevos dispositivos

Resulta necesario priorizar el uso del AIA frente a otros métodos tradicionales de administración de la adrenalina, como la inyección con jeringa y aguja, especialmente por personas que no sean profesionales sanitarios. Los AIA ofrecen mayor eficacia, seguridad y facilidad de uso, reduciendo significativamente el riesgo de errores en la administración. Esta recomendación probablemente será aplicable a nuevos dispositivos.

4. Formar al paciente y su entorno

Es imprescindible la formación específica de los pacientes y sus cuidadores en la identificación de los signos de alarma, el seguimiento de un plan de acción individualizado, el empleo correcto de los dispositivos de autoadministración de adrenalina y las medidas de prevención frente a alérgenos conocidos.

5. Promover protocolos en centros educativos y espacios públicos

Hay que promover el desarrollo de protocolos estandarizados para actuar ante casos de una anafilaxia en las escuelas y, en general, en los espacios públicos, garantizando el acceso de los pacientes con diagnóstico confirmado de anafilaxia a los dispositivos de autoadministración de adrenalina.

6. Intervenir en el ámbito comunitario

Dado que la mayoría de los episodios se presentan fuera del entorno hospitalario, se propone que los AIA y los nuevos dispositivos constituyan el tratamiento de elección en el ámbito comunitario, aspecto que debe complementarse mediante programas de formación en anafilaxia para personal sanitario y no sanitario.

7. Prescripción de doble dispositivo de autoadministración de adrenalina

De acuerdo con las directrices de la EMA se debe de recomendar la prescripción de al menos dos AIA (o sus equivalentes en el futuro) a cada paciente con antecedentes de anafilaxia, a fin garantizar una respuesta adecuada ante las reacciones graves o prolongadas.

8. Accesibilidad y financiación

Es indispensable incluir los AIA y otros dispositivos de autoadministración de adrenalina, cuando se comercialicen, en el régimen de aportación reducida debido la naturaleza crónica del riesgo de sufrir una reacción anafiláctica y a su carácter esencial para prevenir desenlaces mortales en los pacientes de riesgo elevado. Además, es imprescindible que el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios garanticen el suministro estable y continuo en todo el territorio nacional.

9. Clasificación como medicamento estratégico

Se propone la inclusión de los AIA y futuros dispositivos en el listado de medicamentos estratégicos a nivel nacional, dado su papel esencial en situaciones de emergencia.

10. Reconocimiento del carácter crónico y vital del tratamiento

Resulta imprescindible el reconocimiento de los AIA y otros dispositivos de autoadministración que se desarrollen como medicamentos de uso crónico y vital. Se debe garantizar que este tratamiento esencial se enmarque en los fármacos con condiciones especiales de financiación pública.

La SEAIC crea el Comité de Anafilaxia para promover y abordar esta grave reacción alérgica

La anafilaxia es la reacción alérgica más grave de instauración rápida y potencialmente mortal; entre sus síntomas más comunes destacan la insuficiencia respiratoria o cardiovascular. Según la Guía de actuación GALAXIA 2022, las causas más frecuentes de la anafilaxia son los alimentos, los fármacos y las picaduras de insectos, especialmente himenópteros. El tratamiento que permite abordar ágilmente esta reacción es la adrenalina intramuscular, que se administra a través de autoinyectores.

De acuerdo con el estudio epidemiológico más amplio sobre anafilaxia publicado en España, se estima que en los últimos años se ha producido un incremento en el número de hospitalizaciones por anafilaxia. En España se calcula que existe una incidencia de anafilaxia de más de 103 episodios por 100.000 personas/año. Y concretamente, los grupos de edad entre 0 y 4 años tienen una incidencia tres veces superior, siendo principalmente elevada durante los dos primeros años de vida.

Con el objetivo de promover un mejor abordaje de las reacciones anafilácticas de los pacientes y engranar de forma transversal todos los temas referentes a esta reacción, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), ha creado un Comité de Anafilaxia. “Con la creación de este Comité, formado por un grupo de trabajo de veinticuatro personas con gran interés en el tema, trataremos de promover el conocimiento de la reacciones anafilácticas, para avanzar así en el manejo apropiado de los pacientes que hayan sufrido o estén en riesgo de presentar una anafilaxia. Para ello, se están llevando a cabo varias líneas de trabajo, entre las que destacan la promoción de la Guía GALAXIA y la realización de actividades docentes sobre anafilaxia a múltiples colectivos: profesionales sanitarios, pacientes y familiares y profesionales de centros de educación, etc.”, explica la doctora Victòria Cardona, presidenta del Comité de Anafilaxia de la SEAIC y alergóloga del Hospital Vall d’Hebron.

En este sentido, la experta señala que “en la Sociedad hemos ido gestionando los asuntos relacionados con la anafilaxia a través de diversos comités, como, por ejemplo, el de Alergia a Alimentos, Medicamentos o Himenópteros”, añade.

Los autoinyectores de adrenalina (AIA): una necesidad con un alto precio

Uno de los puntos clave para la SEAIC, y concretamente para el Comité de Anafilaxia, es la financiación de los autoinyectores de adrenalina. Las guías de práctica nacionales e internacionales recomiendan que cualquier paciente que haya sufrido una anafilaxia debe llevar consigo un dispositivo con adrenalina para su inmediata inyección intramuscular en caso de una nueva reacción. Sin embargo, su coste actual dificulta a los pacientes y a sus familias su adquisición. Desde la Sociedad consideramos que “el Ministerio de Sanidad debe incluir los AIA entre los medicamentos de aportación reducida, dada la cronicidad y gravedad de la patología por la que se prescriben”.

En este sentido, la SEAIC considera que la anafilaxia debe catalogarse como una enfermedad crónica, ya que el paciente que ha experimentado  una reacción anafiláctica siempre tendrá riesgo de sufrir otra anafilaxia.

De este modo, la doctora Victòria Cardona sostiene que “los autoinyectores deberían ser medicamentos de aportación reducida, para asegurar su disponibilidad independientemente de la capacidad económica del afectado”.

Por todo ello, la alergóloga insiste en que “es imprescindible que, por parte del Ministerio de Sanidad y de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), se adopten las medidas necesarias para garantizar un suministro seguro y estable de AIA a un precio razonable. Y así asegurar su disponibilidad independientemente de la capacidad económica del afectado o de su familia”.

Si bien el abordaje adecuado de la anafilaxia supone un reto, un buen diagnóstico de la causa, la educación sobre cómo actuar para evitar o tratar nuevas reacciones, y el acompañamiento en el proceso resultan indispensables. Por ello desde el nuevo Comité, se crearán sinergias y se trabajará con otros grupos de la SEAIC, sociedades científicas y asociaciones de pacientes para desarrollar proyectos exitosos, siempre centrados en la mejora de la atención del paciente.

La SEAIC anuncia la actualización de su guía sobre anafilaxia

La anafilaxia es la reacción alérgica más grave que puede ocurrir, e incluso puede llegar a poner en peligro la vida del paciente. De hecho, existen datos epidemiológicos que nos indican que los casos de anafilaxia están aumentando en España.

Por este motivo, y con el objetivo de ayudar a mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la anafilaxia, disminuyendo así la morbilidad y sobre todo la mortalidad por esta causa en nuestro país, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) está trabajando, junto con la colaboración de diferentes profesionales con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de la anafilaxia – como la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP); Sociedad Española de Medicina de Emergencias (SEMES); la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP); la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG); la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN); la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC); la Asociación Española de Pediatría (AEP) y Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) – en la actualización de la tercera edición de la Guía Galaxia, un documento de posicionamiento sobre el diagnóstico y el tratamiento de la anafilaxia.

“Con motivo de la Semana Mundial de la Alergia, anunciamos que la  actualización de nuestra Guía Galaxia se presentará a lo largo del mes de septiembre. Este documento adoptará las principales indicaciones de las guías Galaxia 2009 y 2016 e incorpora algunos cambios relevantes y novedosos en aspectos específicos, como la perspectiva de paciente y la implicación de la sociedad en crear ambientes seguros para los pacientes alérgicos en riesgo de padecer una anafilaxia”, explica la doctora Belén de la Hoz, vicepresidenta de la SEAIC.

Entre otras novedades, esta guía se presentará en un formato de web App, para adaptarse así a la forma en la que actualmente se consume información, y concretamente, información científica. De este modo, además de la actualización de sus contenidos, la guía se convertirá en un documento más ágil e intuitivo para su utilización por los diferentes colectivos sanitarios.

La actualización de la Guía Galaxia estará dirigida a médicos de Atención Primaria, otras especialidades médicas y personal de la salud asociado que atiende a pacientes de cualquier edad y, en particular, a aquellos que trabajan en entornos de emergencia y perioperatorios. Asimismo, este documento también será de gran utilidad para los pacientes, sus familiares y su entorno social.