En la rinitis alérgica estacional o intermitente los pacientes presentan una reacción inflamatoria de la mucosa nasal frente a uno o más alergenos estacionales. Los síntomas se presentan o aumentan en determinadas estaciones, de manera que se observa una clara periodicidad de los síntomas coincidiendo con la polinización de plantas y árboles. Los alergenos que a menudo causan esta forma de rinitis son alergenos que se encuentran en el exterior: pólenes de árboles (olivo, ciprés), hierbas (gramíneas, chenopodium, salsola, parietaria, artemisia) y esporas de hongos o mohos ( alternaria, cladosporium ), responsables de lo que vulgarmente se conoce como “alergia a la humedad”. Aunque en algunos lugares los pólenes y los hongos pueden comportarse como alergenos perennes persistiendo casi todo el año (Ej. parietaria en el área mediterránea).

Los pacientes refieren un empeoramiento de sus síntomas cuando se encuentran en lugares abiertos (parques, jardines), especialmente los días de viento y mejor en días de lluvia y sitios cerrados.

En la rinitis alérgica perenne o persistente los pacientes, generalmente, presentan síntomas durante todo el año. Esta forma de rinitis se debe frecuentemente a alergenos domésticos, inhalados de ambientes interiores, como los ácaros del polvo, epitelios de animales, mohos o cucarachas. Los pacientes empeoran de sus síntomas en lugares cerrados, húmedos y con materiales que facilitan la acumulación de polvo (libros, alfombras, colchones, etc.).

Aunque la rinitis alérgica no suele ser una enfermedad grave, tiene una repercusión importante en la calidad de vida del paciente ya que altera significativamente la vida social de los pacientes, produce trastornos del sueño, fatiga diurna, afecta al aprendizaje escolar y a la productividad laboral.

El tratamiento óptimo de la rinitis alérgica, una vez descubierta su causa, es evitar la exposición a la sustancia o sustancias responsables. En los casos de alergia a pelos de animales se puede conseguir de una forma completa, pero en otros casos, como sucede con los pólenes o ácaros del polvo, es muy difícil poder evitar que el paciente entre en contacto con dichas sustancias, ya que están en el aire que respiramos. A pesar de ello, se pueden aplicar medidas de control ambiental para disminuir el nivel de exposición y así conseguir una reducción de los síntomas.
Para tratar los diversos síntomas de la rinitis alérgica, los medicamentos actuales, antihistamínicos (conocidos vulgarmente como “pastillas de la alergia”), losinhaladores nasales y colirios, son bastantes útiles, pero en ciertos pacientes no controlan adecuadamente sus síntomas a pesar de administrar dosis eficaces y varios productos al mismo tiempo, lo que aumenta el riesgo de efectos secundarios.

En esta situación, y aquellas en las que los síntomas están principalmente relacionados con alergenos que no se pueden evitar fácilmente y tienen una intensidad moderada o moderada-grave, se aconseja la Inmunoterapia alergénica, vulgarmente conocida como “vacunas contra la alergia”. Estas vacunas consiguen, en la mayoría de los pacientes, disminuir la severidad de los síntomas y las necesidades de medicación, lo que conlleva una mejoría en su calidad de vida.