Día Mundial de la Alergia: “Las alergias son más intensas por el cambio climático”

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alergia, el sábado 8 de julio, la Sociedad Andaluza de Alergología e Inmunología Clínica (ALERGOSUR) quiere concienciar a la población sobre la importancia de las enfermedades alérgicas, de su prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno.

Y es que las enfermedades alérgicas afectan a 2,5 millones de andaluces. Se estima que actualmente entre el 20 y 25% de la población tiene alguna alergia, enfermedad que puede llegar a incrementarse hasta un 50% en 2050. En España más de ocho millones de personas son alérgicas al polen.

Ante esta realidad, desde Alergosur recuerdan que el alergólogo es el especialista formado en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades alérgicas, capaz de proporcionar un diagnóstico y tratamiento adecuado y global para la patología alérgica, en personas desde el nacimiento hasta la senectud.

“La alergia es una enfermedad que puede afectar en cualquier momento de la vida del paciente y a cualquier órgano. De ahí la importancia de estudiar al paciente de forma holística. Además, una persona con predisposición atópica es posible que desarrolle nuevas alergias a lo largo de los años, y eso requiere un seguimiento especializado”, señala María Cesárea Sánchez Hernández, presidenta de Alergosur.

Los especialistas de esta sociedad científica también inciden que un correcto y temprano estudio alergológico, para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, se puede realizar en cualquier momento y no necesariamente durante los episodios agudos.

“El cambio climático empeora las alergias”

Dado que del 18 al 24 de junio se celebró la Semana Mundial de la Alergia bajo el lema “El cambio climático empeora las alergias”, Alergosur quiere destacar la importancia de seguir analizando la contaminación para poder ofrecer al paciente alérgico la máxima información acerca de la calidad del aire que se respira en la zona donde vive.

Desde hace décadas el mayor nivel de contaminación ambiental de las ciudades ha servido de argumento a los alergólogos para explicar cómo en las zonas rurales la prevalencia de enfermedades alérgicas es menor.  “Sabemos que la contaminación del aire puede exacerbar enfermedades alérgicas como el asma y la rinoconjuntivitis, pero recientemente se ha observado que también podría causar asma de nueva aparición”, explica la presidenta de Alergosur.

La contaminación exterior unida al calentamiento global y a sus fenómenos climáticos aumentan la exposición de pólenes y de aeroalérgenos modificados químicamente, que impactan sobre el epitelio de las vías respiratorias y desencadenan la inflamación.

Las mediciones de algunos contaminantes del aire, como el monóxido de carbono (CO), el dióxido de nitrógeno (NO2), el dióxido de azufre (SO2), las partículas (PMx) y el ozono (O3), sirven como marcadores de la situación ambiental en un área. El control de estos niveles tiene un impacto positivo en términos de salud pública y eso debe ser tarea de todos, explican desde Alergosur.

Además, la nueva vegetación de las ciudades, la contaminación y el cambio climático hace que las ciudades se conviertan en lugares inhóspitos para mucha vegetación autóctona (y poco alergénica en muchos casos), siendo sustituida por vegetación más resistente y con pólenes más resistentes y, a la vez, más agresivos y alergénicos, habiendo un aumento de casos claramente identificado a especies “urbanas” en estos últimos 5-10 años.