El principal riesgo de un alérgico durante las sesiones de educación física y práctica deportiva, es el de un ataque de asma aunque el ejercicio puede provocar también otros trastornos, como la anafiláxia y la urticaria.

La mayoría de las personas diagnosticadas con asma experimentarán síntomas de asma cuando realizan ejercicio. Además, alrededor del 11 por ciento de la población de Estados Unidos que no están diagnosticados con asma experimentarán síntomas de asma, pero sólo durante el ejercicio, una enfermedad llamada asma inducida por el ejercicio. El asma inducida por el ejercicio es diferente del asma típica, desencadenada por alergenos o irritantes, o ambos. Algunas personas tienen ambos tipos de asma, mientras que otras sólo experimentan el asma inducida por el ejercicio.

 

El asma es una enfermedad pulmonar inflamatoria crónica que conduce a tres problemas de las vías respiratorias: obstrucción, inflamación y respuestas exageradas. Desafortunadamente, no se conoce todavía la causa básica del asma.

¿De qué manera causa el ejercicio los síntomas del asma?

Cuando respiramos normalmente, el aire que entra a las vías aéreas se calienta y humedece a través de los conductos nasales para prevenir algún daño al delicado revestimiento de las vías aéreas. Sin embargo, en algunas personas con asma, las vías aéreas pueden ser extremadamente sensibles a alergenos, irritantes, infección, clima o ejercicio, o varios de ellos. Cuando empiezan los síntomas del asma, los músculos de las vías aéreas se oprimen y estrechan, el revestimiento de las vías aéreas empieza a inflamarse y la secreción de moco puede aumentar. Al realizar ejercicio (especialmente afuera cuando el clima está frío), el aumento en la cantidad de aire que entra y sale por la boca puede provocar que las vías aéreas se enfríen y se sequen, lo cual puede irritarlas y provocar el inicio de los síntomas del asma. Además, cuando respiramos por la boca durante el ejercicio, una persona puede inhalar más partículas presentes en el aire, incluyendo el polen, que puede desencadenar el asma.

 

¿Cuáles son los síntomas del asma inducida por el ejercicio?

El asma inducida por el ejercicio se caracteriza por los síntomas del asma tales como la tos, la respiración sibilante y la opresión en el pecho de 5 a 20 minutos después de comenzar a hacer ejercicio. El asma inducida por el ejercicio puede también incluir síntomas tales como la fatiga inusual y el sentimiento de corte de la respiración mientras realiza el ejercicio.

Sin embargo, no se debe eliminar el ejercicio por causa del asma. De hecho, el ejercicio es muy beneficioso para una persona con asma, ya que mejora su función respiratoria al fortalecer sus músculos de la respiración. Consulte a su Alergólogo para obtener más información.

¿Cómo puede controlarse el asma inducida por el ejercicio?

Realizar ejercicios de estiramiento y ejercicios adecuados de calentamiento y relajación pueden aliviar cualquier opresión en el pecho que ocurra con el ejercicio. Además, al respirar por la nariz y no por la boca, ayudará a calentar y humedecer el aire antes de que entre a las vías aéreas, protegiendo el delicado revestimiento de las vías respiratorias. Otras formas de ayudar a prevenir un ataque de asma inducida por el ejercicio incluyen lo siguiente:

  • Su Alergólogo puede recetarle un medicamento inhalado para el asma para que lo utilice antes del ejercicio, el cual puede también utilizarse después del ejercicio si ocurren los síntomas.
  • Evite hacer ejercicio en temperaturas muy bajas.
  • Si realiza ejercicio cuando hace frío, utilice una bufanda sobre su boca y nariz, de este modo el aire que respira es tibio y más fácil de inhalar.
  • Evite el ejercicio cuando los niveles de polen y contaminación atmosférica sean altos (si la alergia juega un papel en el asma).
  • Si inhala aire a través de la boca, mantenga la boca fruncida (labios juntos formando una “O” pequeña), de forma tal que el aire sea menos frío y seco cuando entre a las vías aéreas durante el ejercicio.
  • Lleve un inhalador, por si tiene un ataque de asma.
  • Evite el ejercicio mientras padece una infección viral.

 

Deportes recomendados para las personas con asma:

De acuerdo con la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología, (American Academy of Allergy, Asthma, and Immunology, su sigla en inglés es AAAAI), el deporte recomendado para las personas que padecen asma es la natación, debido al ambiente templado, húmedo, la tonificación de los músculos superiores y la posición horizontal (que podría permitir soltar el moco del fondo de los pulmones). Entre otros deportes y actividades recomendadas se incluyen las siguientes:

  • Montar en bicicleta despacio.
  • Esquiar hacia abajo en una montaña.
  • Golf.
  • Gimnasia.
  • Excursionismo.
  • Atletismo de distancias cortas.
  • Surf.
  • Caminar.
  • Lucha libre.

Los deportes que pueden agravar el asma inducida por el ejercicio incluyen:

  • Esquí de fondo.
  • Baloncesto.
  • Atletismo de distancias largas.
  • Hockey sobre hielo.

No obstante, con el control y la preparación correcta, la mayoría de las personas con asma pueden participar en cualquier deporte